Mi princesa de Ébano
...sobre las expresiones “de cariño” hacia personas racializadas
“Cuando
ven a una negra
la empiezan a piropear
y no es por los piropos
sino por lo que han de hablar”
Sulia Caicedo Vivas
La incomodidad es increpante...
y se vuelve una necesidad
cuando de hablar de racismo se trata. Sin embargo, aunque se pueda encontrar
abundante información en la web y redes sociales sobre el racismo, hay
prácticas que se mantienen fervientes en la psique social. Y que históricamente
son el resultado de que los europeos blancos “aparecen como representantes del
poder hegemónico, con el mandato ‘cuasi divino’ para dominar pueblos…bárbaros,
salvajes, carentes de cultura.” (Chalá, 2013) El proceso de esclavización
requirió de múltiples dispositivos que tuvieran como resultado la sumisión de
los cuerpos africanos: grilletes, cadenas, etc., se usaron con ese fin. Pero,
en el camino la deshumanización fue el eje central.
Ahora bien, ¿Por qué es importante mencionar esto? Pues,
porque no siempre los discursos racistas se asientan sobre lo que es
“evidentemente molesto”. Sino, que se disfrazan en frases sutiles, que
difícilmente son cuestionadas. Frases como “eres negrita pero inteligente”,
“para ser negro eres bastante amable”, “eres una negrita diferente” o “mi
princesa de ébano”. Desarticular estas frases, analizarlas es un ejercicio casi
automático para quienes hacen parte de las discusiones frecuentes sobre el
racismo, pero ¿Qué pasa con las personas que no? Decir “mi princesa de ébano”
es un halago dirán, de tal manera que es una exageración considerarla una frase
racista.
¿Qué daño hace? ¿Dónde está lo ofensivo?
Bueno, a simple vista y –al menos en la forma de hablar
latinoamericana- es bastante común expresar cariño con el adjetivo ‘mi’. Este ‘mi’
expresa e implica pertenencia: ‘mi cama’, ‘mi casa’, ‘mi auto’, y la
pertenencia se manifiesta sobre cosas. Es decir, al referirse como ‘mi…’ a
alguna persona implícitamente se está cosificando a la misma.
Luego, ‘princesa’, la belleza, la delicadeza y por último
la inutilidad de la construcción de princesas se ha discutido en múltiples
ocasiones por movimientos feministas; y sobre la importancia de no criar niñas
princesas, sino niñas empoderadas a partir de su propia voz. De tal manera que,
sería inoportuno explicar nuevamente los motivos por los que su uso desconoce
la fortaleza femenina. Y, finalmente ‘de ébano’. El ébano es un tipo de madera
que se caracteriza por su color negro, su nombre ha sido usado como símbolo de
belleza de lo negro, y particularmente de la belleza de las mujeres negras,
afrodescendientes, palenqueras, cimarronas y garífunas.
Al juntar todo quedaría algo así: “mi bonita e inútil
cosita negra”, y por supuesto se podrá decir que esa no era la intención
inicial al usar la frase como un halago. No obstante, los discursos se
construyen a partir del significado de las palabras y también de la historia de
las mismas. En última instancia, es mucho más fácil –y respetuoso- dirigirse a
una persona por su nombre, que intentar adornar su evidente identidad étnico-
racial, con palabras o frases que pueden resultar siendo más ofensivas que
agradables.
Referencias
Chalá Cruz, José. Representaciones del cuerpo, discursos
e identidad del pueblo afroecuatoriano. Universidad Politécnica Salesiana, 2013
Caicedo Vivas, Sulia. Poesías, Sueño o Realidad. Casa de
la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión” Núcleo de Esmeraldas, 2018
Imágenes tomadas de Google Images
Imágenes tomadas de Google Images
"Mi princesa de ébano", un término que utilizan los no afrodescendientes para deshumanizarnos e imponer control sobre nuestras cuerpas y vidas.
ResponderEliminar"Yo no soy racista", pero no te veo como mi igual.
Excelente blog.
Muchas gracias por tu comentario, estamos de acuerdo "yo no soy racista pero..." y después del "pero" llegan todas las justificaciones posibles, cargadas de estereotipos y con la firme intención de justificar la deshumanización hacia personas afrodescendientes.
EliminarExcelente
ResponderEliminarMuchas gracias
EliminarEsos 'micro' racismos que tienden a minimizar y hasta ridiculizar los procesos de lucha reivindicativa, de exigencia de derechos "es que por todo nos ofendemos, somos tan resentidos, nos quieren tratar bonito y andamos viendo racismo por todo lado"...
ResponderEliminar¡Querida Alba!
EliminarEs un placer tenerte por aquí, increíblemente cierto como los argumentos se reinventan medianamente pero siguen vigentes. Resulta que al final seguimos siendo culpables de algo que nunca pedimos, el racismo existe pero como nosotrxs vivimos de resentidxs sociales no lo superamos...ajá.